Un momento romántico, un rato de relax junto al río, una sesión de aroma terapia, unos buenos masajes, una cena en una antigua pulpería del interior; son solo algunos de los cientos de motivos válidos para escaparse de la vorágine laboral.
Cada año crecen más las propuestas para escapar de la rutina y dedicarse un tiempo para alegrar el espíritu viajero. Viajes de corta duración, de fin de semana largo o feriados.
Aquí encontrarán esa excusa para pedirse uno o dos días más de fin de semana…